rw-book-cover

Metadata

Highlights

  • En Nueva York, todos los anfitriones de alquileres de corta duración deben registrarse en el ayuntamiento, y sólo los que viven en el lugar que alquilan -y están presentes cuando alguien se aloja- pueden optar a ello. Y solo pueden tener dos huéspedes. Amanda Hoover en Wired (en inglés) detalla los efectos de esta norma reciente: ha reducido drásticamente la disponibilidad de este tipo de alojamientos, empujando a los turistas hacia hoteles más tradicionales y, por ende, aumentando la demanda y los precios de estas habitaciones. Las nuevas regulaciones que buscan preservar la vivienda para los residentes a largo plazo y controlar los precios del alquiler, también tienen el efecto de que la ciudad sólo se mantiene accesible a turistas de rentas altas, además del impacto económico a quienes dependen del turismo. (View Highlight)