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Highlights

  • ¿El objetivo de Rise Europe? Crear una plataforma paneuropea de conocimiento, innovación y emprendimiento que potencie el músculo de la vieja Europa para solucionar los nuevos desafíos globales a los que debemos hacer frente. Debatir sobre innovación, tecnología, inteligencia artificial, sostenibilidad y cambio climático, entre muchos otros retos; así como impulsar la cooperación y la creación de empresas emergentes con el conocimiento y las herramientas imprescindibles para ser competitivas en un mercado global. Una alianza que cuenta con la participación de IE University y que, con apenas un año de vida, se ha reunido esta semana en el campus de IE Tower en Madrid para seguir dando forma a un proyecto que, cada año, reconocerá e impulsará también a las mejores empresas emergentes. (View Highlight)
  • “Necesitamos una nueva cultura de emprendimiento en Europa para abordar desafíos como la crisis climática, la transición energética o las nuevas tecnologías”, afirma Helmut Schönenberger (Alemania), fundador y CEO de Rise Europe. Una cultura, sostiene, de necesaria colaboración y conocimiento compartido, porque la solución a tales desafíos (y a otros como la salud o la infraestructura financiera) no podrá venir de un único país, sino que requerirá la colaboración de equipos emprendedores internacionales que incluyan todo el talento del que Europa dispone. “De cualquier otra forma, tendríamos a 50 millones de personas en un mercado, 20 en otro, 30 en otro… mientras Estados Unidos maneja un mercado único de 300 millones y China de 1.000″, añade por su parte Ikhlaq Sidhu, decano de la Escuela de Ciencia y Tecnología de IE University. (View Highlight)
  • “Gran parte de las empresas emergentes que apoyamos trabajan con una tecnología rompedora, con cosas que cambiarán la forma en que haremos negocios en el futuro”, sostiene Lisa Ericsson, directora de KTH Innovation, en Estocolmo (Suecia). “Gracias a la inteligencia artificial, esas startups pueden acelerar tremendamente los procesos; al usarla para hacer simulaciones, evitan tener que invertir tiempo en construir pequeños prototipos, con lo que llegan antes al mercado”. Y es que las empresas emergentes (nuevas, escalables y con ganas de marcar la diferencia) son la fuerza directora que hace posible estas iniciativas empresariales, muchas de las cuales dan sus primeros pasos en el entorno universitario. (View Highlight)
  • Sin ir más lejos, las 20 instituciones que conforman Rise Europe imparten clase a 30.000 alumnos cada año; toda una red de centros que actúan como fábricas de startups. “Lo que haremos aquí es conectar los puntos allí donde somos realmente fuertes (por ejemplo, con la infraestructura en Suecia, o los programas educativos en Madrid). Y, al juntar nuestras fortalezas, podemos equilibrar esas empresas emergentes de forma mucho mejor que si, por ejemplo, lo hacemos solo en Munich”, afirma Schönenberger. (View Highlight)
  • Desarrollar una alianza como Rise Europe ofrece, además de las ventajas ya señaladas, otra serie de oportunidades (talento, capital, mercado, infraestructuras) que redundan en una mayor competitividad y relevancia internacional. Posibilita el que un emprendedor español, sueco o inglés, por ejemplo, pueda acudir a un mercado más allá de sus fronteras nacionales y conseguir financiación para su empresa; “comprender cómo navegar los distintos mercados en Europa, entender quiénes son los inversores en distintos lugares y ser capaz de recabar apoyo en cualquiera de ellos”, explica Sidhu. (View Highlight)
  • Si la base de talento, recuerdan los expertos, es una de las fortalezas del ecosistema europeo a la hora de investigar y desarrollar innovaciones, algunos de los mayores obstáculos tienen que ver con la inexistencia de un mercado unificado y con la dificultad en crear empresas que sean realmente globales. “El problema”, sostiene Sidhu, “es que no hay un mercado común, porque la regulación cambia de país en país. Así que quizá puedas vender algo aquí, pero no al otro lado de la calle. A veces hay una normativa que es de alguna forma proteccionista, lo que causa confusión e inseguridad a la hora de crear una compañía”. Y luego, añade, la mentalidad de los inversores, que pueden incluso preferir invertir fuera de Europa, en vez de dentro, también cambia de un sitio a otro. (View Highlight)
  • “Yo creo que, en Europa, a veces tendemos a pensar en pequeño; no vemos el mundo como un mercado. [Una empresa sueca] mira primero a Suecia, luego se expandirá a Alemania y después más allá. Pero no tenemos una mentalidad global desde un principio”, reflexiona por su parte Ericsson. La experta recuerda un viaje a Boston (EE UU) antes de navidades en el que pudo conocer a muchos emprendedores, “y cualquier persona con quien hablaba estaba creando empresas increíblemente complejas en un periodo realmente corto de tiempo. La velocidad es algo que tenemos que trabajar en Europa, y en eso puede ayudar Rise Europe”. (View Highlight)
  • Disponer de una mentalidad innovadora es, sin duda, uno de los elementos esenciales a la hora de crear tu propia empresa. Ahora bien, ¿en qué consiste? “Se trata de cómo piensas en las cosas y cómo reconoces las oportunidades. Imagina que yo le enseño este vaso de papel [que sostiene en la mano] a alguien en Silicon Valley, y le digo: “¿Has visto qué vaso?”. Ellos, probablemente, me dirían: “Oh, qué interesante. ¿Cuánto cuesta fabricarlo? ¿Podrías hacer un millón?”. Pero si se lo enseñas, en Europa, a una persona normal que piense a la antigua, te contestará que si lo pueden usar en la fiesta del siguiente fin de semana”, afirma Sidhu. (View Highlight)