Una demanda que desborda la capacidad de alojamiento, unas administraciones que priorizan la oferta al viajero y una rentabilidad por alquiler hasta tres veces superior han convertido los pisos turísticos en una opción sin rival para inversores y en un problema social para los ciudadanos en cada vez más capitales de España. (View Highlight)
Además de la seguridad jurídica con la que los propietarios justifican su rechazo al alquiler tradicional, hay otra aún más poderosa con la que no hay duda sobre por qué el turista es el inquilino preferido: la económica. Si los ayuntamientos acaban regulando esta actividad que cuenta ya con decenas de miles de viviendas legales y un volumen de ilegales que coexiste en una proporción que llega a ser de 9 irregulares por una con licencia. (View Highlight)
Por qué crece la oferta de pisos turísticos?
La razón más evidente es porque es una inversión muy rentable. Cuenta con una demanda creciente, aerolíneas y aeropuertos por toda España, plataformas digitales, una red comercial inmobiliaria cada vez más especializada… (View Highlight)
España espera la consecución de otro récord turístico en 2024 con el que batirá a Francia para auparse al primer puesto mundial con 100 millones de viajeros. Dado que cada vez más turistas eligen alojarse en viviendas, los precios de las casas han dejado de estar referenciadas a la capacidad adquisitiva de las familias para quedar vinculadas al apetito de los inversores al riesgo. (View Highlight)
Comprar una casa exige 7,5 años de sueldo bruto íntegro de un ciudadano español medio frente a los 4,2 que suponía en 2000. Hoy casi cuatro de cada 10 viviendas en el mercado inmobiliario son adquiridas sin hipoteca. (View Highlight)
Seguridad jurídica aparte, hay una razón más que poderosa y es que el alquiler a turistas triplica como media los ingresos del tradicional. Según datos internos de AvaiBook, agencia especializada de Idealista en esta actividad, si en un destino medio el alquiler de un alojamiento genera 500¤/mes, puede generar entre 1.500-2.000¤/mes si es de corta estancia, es decir, cuatro veces más. En un año en destinos como Baleares una vivienda tipo con cinco plazas puede ingresar 71.600 euros, una renta de 6.000 euros mensuales. En otros destinos menos tensionados por la demanda turística los ingresos de 30.000 euros son recurrentes, cifras más que suficientes para consolidar la apuesta del mercado por los turistas y la exclusión de residentes. (View Highlight)